La película comienza en un país africano (imaginario), donde un agente del servicio secreto francés está siendo juzgado por el intento de asesinato del dictador que manda allí. El tipo en cuestión en Joss Beaumont (Jean-Paul Belmondo), que acaba sentenciado a trabajos forzosos. Al tipo le hacen toda clase de perrerías: le cuelgan boca bajo, lo encierran en celdas abarrotadas de reclusos, le hacen picar piedra y cargar pesos bajo un sol abrasador cada día... Hasta que decide fugarse con la ayuda de otro preso (Sidiki Bakaba).
Así, tras dos años de cautiverio, regresa a París para ajustar cuentas. Allí descubre que fue traicionado, al cambiar las relaciones y los intereses con el país africano ese. Y como el dictador que le encerró (Pierre Saintons) va a hacer negocios en la ciudad, aprovechará para cumplir su encargo inicial de matarle, aunque eso suponga enfrentarse a todos sus antiguos colegas. El comisario Rosen (Robert Hossein), un tío expeditivo y cruel, será el principal encargado de detenerle.
'El profesional' es una cinta de acción con trasfondo de cine policíaco aunque aquí aparezcan involucrados mas agentes secretos que polis. Pero bien, hay un argumento con un ex-agente decidido a vengarse, cierto tono trágico y fatalista y acción mas cercana a las cintas de cine negro que a las de espías, así que se puede catalogar -aunque sea por los pelos- con esa etiqueta tan 'chic' que es el cine polar francés.Claramente orientada al lucimiento del gran Belmondo, fue un exitazo de taquilla en Francia. En este sentido es un festival al servicio del actor galo: reparte puños sin parar, se hace el graciosete pero sin dejar de ser un 'duro' y se acuesta con todas las chicas de la función. Bueno, menos una, que se le ofrece pero la rechaza por falta de tiempo. El actor salva la función gracias a su enorme carisma y su pericia para las secuencias de acción. Pero personalmente creo que, a veces, menos es mas y éste puede ser un ejemplo: una historia de tintes trágicos, con un tipo al que han puteado hasta el límite, quizás pedía un poco mas de contención, especialmente con los momentos cómicos.
Eso es algo que me desconecta de la historia en algún momento. Además, aprovecho para sacar el tema de los ruidos de las peleas, característico de tantas y tantas pelis de los años 70 y 80, con esos puñetazos y patadas que suenan como onomatopeyas de comics: 'bunch!, Cronch!'. Son el mismo efecto de sonido de las peleas de Bud Spencer y Terence Hill. A la que la trama es algo menos infantil, quedan fatal. Pero en fin, es un mal menor. Incluso reconozco que les encuentro un punto nostálgico, evocador.
Otros detalles también son absurdos, como la incapacidad de los agentes galos para detener a Beaumont, a pesar de saber perfectamente donde y con quien va a quedar. El colmo es el momento en el cual lo tienen frente a frente y le dejan ir porque... hay periodistas! Unos tipos que van por ahí pegando palizas, torturando para obtener información y asesinando a sangre fría por encargo se cagan porque un magnicida al que nadie conoce amenaza con gritar cosas mientras se lo llevan. No tiene sentido. Cuela un poco porque es Belmondo. pero nada mas.
Técnicamente, la cinta está muy bien resuelta y se beneficia de una estupenda fotografía de Henri Decae pero sobre todo, de una extraordinaria banda sonora de Ennio Morricone. El tema principal es una melancólica melodía que suena para absolutamente todo durante los primeros 40 o 50 minutos. A partir de ahí se va dosificando un poco mas, lo cual se agradece. A muchos quizás les suene no solo por la película, sino por servir de fondo musical en algún anuncio (me viene a la cabeza uno de comida para mascotas).
Las escenas de acción son abundantes y los fans del Belmondo (por cierto, boxeador aficionado de joven) lo pasamos bien viéndole repartir puñetazos y patadas en varias escenas. También hay una persecución entre dos automóviles y un tiroteo ambientado en la primera parte, en África, donde el actor emplea un rifle automático equipado con mira y se enfrenta a soldados armados con todo, incluso con lanzallamas. Como curiosidad, esas secuencias se filmaron en el Sur de Francia, y se emplearon como extras a estudiantes universitarios de origen subsahariano. Oh, y Robert Hossein da vida a un inspector antológico, un tipo que te cae mal enseguida: capaz de propinar un bofetón a la esposa del protagonista (Elisabeth Margoni), para luego torturarla con una sádica agente lesbiana! (Dany Kogan).
'El profesional' es una cinta muy entretenida, con un ritmo bestial que no deja espacio al aburrimiento. Podría ser mas contenida en algunas cosas, en especial en un sentido del humor que a mi no me convence. Y un uso menos reiterado de su extraordinaria música creo que le hubiera venido bien. Quizás no ha envejecido del todo bien, pero aún así es un clásico del cine de acción a revisitar o redescubrir. Y si eres un admirador del Belmondo, es del todo imprescindible.
Le professionnel (Francia, 1981) Director: Georges Lautner Guion: Georges Lautner, Jacques Audiard, Michel audiard
Basada en la novela 'Death of a thin-skinned animal' de Patrick Alexander
Fotografía: Henri Decae Música: Ennio Morricone
Con Jean-Paul Belmondo, Elisabeth Margoni, Robert Hossein, Michel Beaune, Cyrielle Clair, Jean Desailly, Bernard-Pierre Donnadieu, Marie-Christine descouard, Gérard Darrieu, Pierre Saintons.
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