LOS ATRACADORES (1962)


Dirigida por Francisco Rovira Beleta, 'Los atracadores' es una de las mejores películas de cine negro hechas en España; un género que ofreció un buen puñado de títulos muy estimables en la década de los años 50 y 60 en el país, con los bajos fondos de Madrid y Barcelona como ejes principales de acción y con la censura siempre observando que nadie proyectara una imagen de excesiva inseguridad o violencia.

La historia gira en torno a tres amigos de unos veinte años que empiezan haciendo gamberradas y acosando a parejas, para terminar formando una banda de atracadores. Uno es un estudiante de derecho de buena familia (Pierre Brice), otro es obrero en una fábrica (Manuel Gil) y el tercero sobrevive en la calle como puede (Julián Mateos). El trío iniciará una carrera delictiva cada vez mas peligrosa, no tanto motivada por el dinero como por una intensa angustia vital y cierta fascinación por las armas y la violencia; con ellas descargarán su ira contra una sociedad que no espera nada mas de ellos que servidumbre y silencio.


'Los atracadores' es una cinta de género, filmada en las calles de aquella Barcelona de los años 60 de tranvías y guardias de tráfico con cascos ridículos, marineros de la flota norteamericana abrazados a 'gachís' y palizas en los sótanos de la comisaría de Vía Laietana. El camarógrafo Aurelio Larraya saca un magnífico partido a la fotografía en blanco y negro, a las localizaciones y los ambientes. Y el director Rovira Beleta lo aprovecha con sabiduría: juega con ángulos, sombras y planos subjetivos, buscando mantener una atmósfera de cine negro genuino pero también ofrecer un retrato generacional sólido que ahonda en los personajes y sus inquietudes.

Porque lo que hace grande a la película no es solo que funcione perfectamente como la crónica del auge y caída de una banda de jóvenes atracadores. Es también su estilo deudor del neorrealismo italiano; el retrato de tres chicos que, como el James Dean de 'Rebelde sin causa', sienten que no encajan en la sociedad. Y solo logran sentir algo cuando empuñan un arma para alzarse sobre la mediocridad y la falsedad que les envuelven.

La película aborda también temas candentes de la época, como la falta de perspectivas vitales de los jóvenes, las infidelidades conyugales en las familias, o incluso la pena de muerte. Asunto éste sobre el que lanza una mirada nada complaciente, algo meritorio en plena dictadura franquista.

El guion se basa en una novela de Tomás Salvador, quien ejerció como inspector en la brigada político-social y volcó en sus textos algunas de sus experiencias con los delincuentes. Con todo, hay un aire de crítica y denuncia implícito en toda la película, que superó la censura a base de incluir una moralizante voz en off que se encarga de recalcar al espectador que en aquella España no había crimen sin castigo.


No es una cinta perfecta, le sobra un punto de impostura en algún momento así como la mencionada voz en off . Y la relación de los tres protagonistas pasa por algún que otro momento forzado, ya desde el principio. Tampoco tiene sentido su último golpe, complicadísimo para unos tipos que no han podido manejar atracos mucho mas simples.

Pero a pesar de esos detalles, les invito a descubrir esta modesta joya del cine español, disfrutable tanto como cine de género como por su realismo social y con un final amargo que no olvidarán.

Los atracadores (España, 1962)
Director: Francisco Rovira Beleta     Guion: Francisco Rovira Beleta, Manuel María Saló     Basada en una novela de Tomás Salvador     Fotografía: Aurelio G. Larraya     Música: Federico Martínez Tudó
Con Pierre Brice, Manuel Gil, Julián Mateos, Agnès Spaak, Enrique Guitart.

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